Adiós a los subsidios; hola a los nuevos incrementos. Esta es la política que el Gobierno nacional aplicará desde este mes en las facturas de distintos servicios públicos privatizados. Particularmente, las facturas de gas llegarán con un reajuste que rondará el 25%, de acuerdo con el esquema aprobado por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
En cuanto al servicio de electricidad, la situación se complica. La Secretaría de Energía publicó en el Boletín Oficial la Resolución 323/2023, por la que se dieron a conocer los nuevos precios estacionales para la energía eléctrica y la quita total de subsidios para usuarios residenciales de altos ingresos o quienes decidieron no anotarse en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (Rase). La quita, fundamentalmente, alcanzará a los usuarios N1, es decir, aquellos hogares de mayores ingresos que, a partir de este mes, deberán pagar el 100% del costo de la energía. Y aquí surge una primera observación. Esa disposición nacional no se aplicará en Tucumán, al menos por ahora. El director del Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos de Tucumán (Erspet), Luis Morghenstein, señaló a LA GACETA que la realidad de un usuario de Buenos Aires es completamente diferente a la de otro de Tucumán. Por esa razón, no se aplicará la quita mientras no haya un consenso entre los distintos sectores afectados: la empresa distribuidora y los organismos que representan a los usuarios, en el marco de un intecambio de ideas con el ente regulador. Esa definición no se dará sino hasta después de las elecciones provinciales, previstas para el domingo 14.
El Gobierno nacional se encuentra entre la espada y la pared respecto de los subsidios energéticos. La última revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) establece la desaparición de ese sistema de ayudas estatales para sostener al esquema tarifario. En ese marco, la Secretaría de Energía, a cargo de la salteña Flavia Royón, estima que el gasto en subsidios energéticos de este año será menor al 1% del PBI por lo que se sobrecumplirá el tope de 1,5% del Producto que puso el organismo. De allí la celeridad por avanzar con las quitas.
Aquella meta fue confirmada por el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti. “Se espera que los subsidios a la energía disminuyan al 1,5% del PBI en 2023, desde el 1,9% en 2022”, fue la consigna que incluyó el Fondo en el documento suscripto con la Argentina. En esa línea se inscribe la quita de subsidios a la franja N1 de hogares con mayores ingresos, que son 5 millones de casos en el país y que sufrirán un incremento de entre 85% y 90%. “El incremento para el segmento que corresponde al universo mencionado, llamado Nivel 1, será en un consumo promedio de unos $3.000 más impuestos. Para el resto de los segmentos no hay aumento, es decir a 7 de cada 10 usuarios no se les retirará el subsidio a la energía eléctrica. En lo que refiere a esta nueva etapa, aproximadamente el 30% de los usuarios no ha requerido el subsidio o tiene ingresos mayores a tres canastas básicas ($ 670.000)”, expresó Yanotti en declaraciones radiales.
Con el freno de mano
¿Cómo debía operar el esquema de quita de subsidios por segmentación para los sectores de mayores ingresos determinados , elaborado por la Secretaría de Energía de la Nación.
• En septiembre de 2022, la quita era del 20%.
• En noviembre debía aplicarse otra del 20%.
• En febrero pasado, la eliminación de subsidios debía ser del 40%.
• Este mes tendría que operar la quita total de Subsidios para el segmento N1 (Residencial de Altos ingresos) y una quita escalonada de subsidios a las tarifas generales en 3 tramos (mayo, agosto y noviembre).
Más allá de este cronograma, la eliminación de febrero y de este mes no fueron autorizadas por el ente regulador provincial, por lo que los nuevos valores no están siendo trasladados a los usuarios de la provincia.
Tampoco se aplicó el “pass trought” trimestral, es decir, la obligación de pasar el mayor costo de la energía al usuario por generación y transporte. En este caso, el reajuste rondaría el 10%. A su vez, desde agosto del año pasado, la tarifa de la Empresa de Distribución de Electricidad de Tucumán (EDET) no fue actualizada a través del Valor Agregado de Distribución (VAD), el concepto con competencia provincial en la boleta, con el que la compañía sostiene el plan anual de inversiones anuales. “No hemos tomado una decisión todavía. Insisto que el mejor camino para definir esto es a través del consenso”, remarcó el director del Ersept, que reconoció que, con este esquema inflacionario, a EDET le resulta difícil sostener su programa de inversiones. “Esperemos un poco más de tiempo hasta tanto podamos llegar a algún tipo de acuerdo, sin que eso signifique un duro golpe al bolsillo del usuario”, puntualizó Morghenstein.
Fuentes del sistema de electricidad consideran que, con el freno de mano en las tarifas, las tarifas futuras pueden pegar un salto ante tanto incrementos pisados y frente a una necesidad de un mayor y mejor servicio por parte de los usuarios. Yanotti explicó que el 67% de los usuarios de energía eléctrica siguen siendo subsidiados y, según los cálculos de la Secretaría de Energía, todavía un 10% más de usuarios podrían acceder a los subsidios completando el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE). “Esta muy bajo la solicitud de subsidios de la clase media”, manifestó Yanotti.